Mejillones congelados en casa.

Imagínate que has ido a la compra, has comprado mejillones y de repente te das cuenta que no vas a poder comerlos en breve y se te pueden estropear. En este caso lo mejor que puedes hacer es congelar los mejillones. No te llevará más de 15 minutos cocinarlos para poder congelar y así los tendrás disponibles el día que los necesites.

Actualmente también es posible encontrar los mejillones hervidos y congelados en muchos supermercados. Pero a diferencia de los mejillones congelados en casa, no podrás disponer del caldo que se obtiene cuando se cocinan. Este caldo de los mejillones es un caldo de pescado estupendo para utilizar en otras recetas como por ejemplo para preparar un arroz.

¿Cómo hago para congelar los mejillones en casa?

Si tienes mucha prisa sólo tienes que lavar los mejillones bajo el chorro de agua para retirar posibles impurezas y si los mejillones son grandes te recomiendo que les quites las barbas. Si tienes un poco más de tiempo puedes entretenerte un poco más limpiándolos, pero como les vamos a quitar las cáscaras esta limpieza tiene menos importancia que si los añadimos con cáscara a un arroz o a otra receta.

El siguiente paso es echarlos en una cazuela, tapar y encender el fuego. No es necesario añadir agua ni nada más. Una vez que se vayan abriendo por efecto del calor, irán soltando su jugo.

Una vez que estén todos abiertos se les quita la cáscara y se reserva la carne de los mejillones. Debes dejarlos enfriar antes de envasar para congelar.

Por otro lado recuerda no tirar el caldo obtenido. Es como un concentrado de pescado. Para poderlo reutilizar lo vamos a congelar en una cubitera de hielo y así lo tendrás dosificado para cuando lo necesites. 

MEJILLONES

Buena fuente de proteínas

Poco calóricos

Fuente de vitaminas y minerales