Debemos aprender a distinguir el hambre emocional que nos "engaña" para que comamos del hambre real que es consecuencia de una necesidad fisiológica.

Estas son algunas de las características del hambre emocional:

• Aparece de repente y es impulsiva.
• Generalmente se nos antoja un tipo de alimento concreto. Suelen ser alimentos calóricos com dulces, patatas fritas, chocolate...
• No tenemos control de la cantidad que comemos y esto hace que después nos sintamos mal.
• El hambre emocional surge como respuesta a una situación de aburrimiento, enfado, tristeza o nerviosismo.
• Generalmente aparece cuando estamos solos.

¿Qué podemos hacer?

• Beber agua y esperar unos minutos. El hambre emocional no es un hambre real y lo que tenemos que hacer es "despistar" al cerebro.
• Forzarnos a comer algo sano como una pieza de fruta. No es lo que nos apetece, pero si lo tomamos nos va a hacer sentirnos bien.
• Hacer alguna actividad que requiera concentración como leeer, hacer crucugramas o sudokus, coser,...
• Es importante planificar los menús diarios incluyendo las 5 comidas para no dejar ninguna comida a la improvisación.
• Hacer ejercicio regular mejora el estado de ánimo y también ayuda.